Renagade: Nuestro Grito de Guerra
Video obtenido de You Tube
La magia surgió por primera vez en la temporada 2002, cuando se conmemoraban los 70 años del equipo en la NFL, la misma en la que se vería por última vez al versátil y carismático quarterback Kordell Stewart vestir los colores de los Steelers, para ceder la estafeta a Tommy Maddox; aquella que pasaría a la historia por terminar con un récord de 10-5-1, convirtiendo a Pittsburgh en el primer campeón de la recién creada División Norte de la AFC. Fue justo en el tercer cuarto del Juego de Comodines ante los Cafés de Cleveland que todo ocurrió…
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Los Steelers se encontraban contra las cuerdas en su propia casa, 17 puntos abajo en el marcador y el tiempo se agotaba. Se necesitaba de un milagro, una gran jugada que cambiara el momento del partido, un golpe de confianza para remontar el juego, pero ese efecto motivador no vino de los coaches, ni de algún jugador sobre el campo, ni mucho menos de la banca, sino de un joven becario del departamento de Marketing llamado Mike Marchinsky (actual Gerente de Marketing de Steelers Youth Football), quién formaba parte del equipo de operadores del Jumbotron en el Heinz Field.
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​Fue él quien tuvo una brillante idea durante una pausa de juego. La pantalla del estadio se oscureció por varios segundos y la gente enmudeció por completo para escuchar una voz cantando a capella, narrando la historia de un forajido arrepentido esperando a su verdugo para ser ejecutado por romper la ley:
“Oh, Mama, I’m in fear for my life from the long arm of the law,
Law man has put an end to my running and I’m so far from my home
Oh, Mama I can hear you a-crying, you’re so scared and all alone
Hangman is coming down from the gallows and I don’t have very long…”
“Oh, madre, temo por mi vida debido al largo brazo de la ley,
El justiciero ha puesto fin a mi carrera y estoy muy lejos de casa
Oh, madre puedo escucharte llorar, tienes miedo y estás sola
El verdugo desciende de la horca y no me queda mucho tiempo…”
Lo que siguió a esa inquietante introducción fue un video de las mejores jugadas de la defensa realizadas en toda esa temporada, aderezadas por un ritmo de rock clásico en su estado más puro. Se trataba de Renegade, la canción setentera del grupo Styx: justo el revitalizador que se necesitaba para levantar al equipo. La gente se encendió con esas imagenes y transmitió al equipo ese sentimiento convirtiendo toda esa energía en 29 puntos de Plaxico Burress, Jerame Tuman, Hines Ward, Chris Fuamatu-Ma’afala y Antwaan Randle El. Los Steelers habían logrado la prodigiosa remontada y el marcador final sentenciaba un 36-33 para Pittsburgh. El talismán musical había funcionado, la leyenda de Renegade acababa de nacer para quedarse por siempre y formar parte de las tradiciones y mística del equipo.